Ore ni Notte Ikimasenka

En una noche oscura y lluviosa en Kyoto, Yukiya se encontraba parado frente a la puerta del bar donde trabajaba Motoharu, el misterioso conductor de rickshaw que lo había cautivado desde el primer momento. Con el corazón latiéndole con fuerza, Yukiya decidió adentrarse en el local, ignorando la sensación de peligro que se apoderaba de su ser. En el interior, la penumbra era interrumpida por la suave luz de las velas, creando una atmósfera enrarecida pero sumamente intrigante. Yukiya buscó con la mirada a Motoharu y, cuando finalmente lo encontró, sus ojos se cruzaron en un instante cargado de electricidad. Sabía que algo oscuro se escondía tras la enigmática sonrisa de aquel hombre, pero su atracción era más fuerte que cualquier advertencia. Motoharu se acercó a Yukiya con paso seguro, sus ojos oscuros brillando con intensidad. "Sabía que vendrías", susurró en un tono que enviaba escalofríos por la espalda de Yukiya. Antes de que pudiera articular palabra, una sombra pasó fugazmente por el rabillo del ojo de Yukiya, haciéndole sentir un escalofrío repentino. El ambiente tenso se rompió cuando una voz desconocida resonó en la penumbra, revelando un secreto que haría temblar los cimientos de la realidad de Yukiya. Con el corazón en un puño, Yukiya se dio cuenta de que su destino se entrelazaba de manera irrevocable con el de Motoharu, en una trama de misterio, peligro y amor prohibido que los llevaría al borde del abismo. Entre susurros de intriga y miradas cargadas de deseo, Yukiya se vio arrastrado a un torbellino de emociones encontradas, donde la única certeza era que nada volvería a ser igual. En ese instante, en el oscuro bar de Kyoto, dos almas perdidas se encontraron en un juego peligroso en el que el amor y el misterio se entrelazaban de forma inextricable. ¿Lograrían Yukiya y Motoharu sobreponerse a los secretos del pasado y forjar juntos un futuro incierto pero lleno de pasión y redención? La respuesta yacía en las sombras, esperando ser revelada en las páginas de su historia.