La Vistima

Bajo la luz pálida de la luna, Santiago se encontraba parado en medio del jardín de la escuela, con la mirada perdida en el infinito. A lo lejos, podía escuchar las risas de sus compañeros de clase disfrutando de la fiesta de fin de año. Pero su mente estaba en otra parte, atormentada por las palabras amenazantes de Mateo. De repente, una sombra se acercó sigilosamente a Santiago. Era Mateo, con una sonrisa siniestra en el rostro. "¿No es una hermosa noche para desafiar a tu destino, Santiago?" susurró Mateo, manteniendo su mirada fría clavada en la de Santiago. Santiago temblaba de miedo, pero algo dentro de él se negaba a dejarse intimidar. Con determinación en los ojos, le espetó a Mateo: "No seré tu víctima, Mateo. No permitiré que juegues conmigo como lo haces con los demás". La sonrisa de Mateo se borró, reemplazada por una expresión de furia. En un instante, la atmósfera tranquila se transformó en un torbellino de emociones encontradas. Santiago y Mateo se enfrentaban en una batalla de voluntades, donde solo uno saldría victorioso. Pero lo que ninguno de los dos sabía era que sus destinos estaban irremediablemente entrelazados, en una trama de secretos y mentiras que los llevaría al límite de sus fuerzas. La verdad detrás de la fachada de perfección de Mateo estaba a punto de ser revelada, desencadenando una serie de eventos que cambiarían sus vidas para siempre. En esa noche oscura y llena de misterio, Santiago y Mateo se adentraron en un juego peligroso del cual ninguno de los dos saldría indemne. La verdadera víctima aún estaba por ser descubierta, oculta en las sombras de un pasado que amenazaba con destruirlos a ambos.