La manera en que tú aroma me afecta

En medio de la penumbra de la habitación, Dobin se encontraba paralizado por la intensidad de la mirada de Tae-oh. El silencio solo era interrumpido por el sonido de sus respiraciones entrecortadas, mientras la electricidad en el aire se hacía cada vez más palpable. Tae-oh rompió finalmente el silencio con una confesión inesperada. "Me aterra la idea de perderte", susurró Tae-oh, con una vulnerabilidad que Dobin nunca antes le había visto. Sus palabras resonaron en la habitación, desatando una avalancha de emociones hasta entonces reprimidas. Dobin sintió cómo el peso de las dudas y los miedos se desvanecía, dejando espacio para una verdad incómoda pero liberadora. En ese momento, supo que ya no podía ignorar lo que latía con fuerza en su pecho. Se acercó lentamente a Tae-oh, sintiendo la calidez de su cuerpo, el aroma embriagador que lo envolvía por completo. "Yo también tengo miedo", confesó Dobin, sus palabras cargadas de una sinceridad abrumadora. Y en un instante que parecía detenerse en el tiempo, sus labios se encontraron en un beso cargado de deseo reprimido, desatando una pasión que ninguno de los dos había podido contener por más tiempo. En medio de la oscuridad y la tormenta que rugía fuera, Dobin y Tae-oh se entregaron el uno al otro, desafiando todas las reglas y prejuicios que los habían mantenido alejados. En ese instante, supieron que el camino que tenían por delante no sería fácil, pero estaban dispuestos a luchar por lo que habían descubierto entre ellos: un amor que trascendía cualquier obstáculo, cualquier miedo. La habitación se llenó con sus susurros de promesas y susurros de esperanza, mientras el aroma embriagador de su amor los envolvía, sellando un pacto silencioso entre dos almas destinadas a encontrarse en medio de la oscuridad.