INOCENTE YAKUZA.

En medio de una noche tormentosa, una sombra solitaria se deslizaba por las calles empedradas de la ciudad. Era Alejandro, el joven yakuza conocido por su astucia y habilidad en el mundo del crimen. Sin embargo, lo que nadie sabía era que detrás de su máscara de fría indiferencia se escondía un corazón atormentado por un amor imposible. Alejandro se detuvo ante un puesto callejero donde una vidente le leyó el destino: "Encontrarás el amor cuando te atrevas a ser vulnerable". Estas palabras resonaron en lo más profundo de su ser, avivando una chispa de esperanza en su alma herida. Decidió seguir el consejo de la vidente y se dirigió a un bar clandestino en busca de respuestas. Allí, en medio de la penumbra y el humo del cigarro, se encontró con Mateo, un misterioso desconocido cuyos ojos verdes lo miraban con intensidad. Una conexión instantánea se formó entre ellos, pero antes de que pudieran explorarla, una banda rival irrumpió en el lugar, amenazando con destruir todo a su paso. En un acto de valentía, Alejandro protegió a Mateo de los atacantes, demostrando que bajo su apariencia implacable latía un corazón noble. Entre el caos y la violencia, los ojos de Alejandro y Mateo se encontraron, sin necesidad de palabras para expresar la intensidad de sus sentimientos. En un giro inesperado del destino, Mateo tomó la mano de Alejandro y lo llevó a un lugar seguro, donde en un momento de calma y complicidad, se confesaron su amor mutuo. En ese instante, Alejandro comprendió que la verdadera fuerza reside en la vulnerabilidad, y juntos se prometieron desafiar las sombras del pasado y construir un futuro lleno de amor y redención. En un mundo donde el peligro y la pasión se entrelazaban, su historia de amor florecía como un lirio blanco en medio de la oscuridad.