Fui designado como un ídolo

En la oscuridad de la noche, Doyoon se encontraba solo en su camerino, repasando una y otra vez en su mente las palabras de Taehyuk. La presión del debut como ídolo lo abrumaba, pero había algo más, algo que lo consumía por dentro. Un sentimiento intenso y prohibido por su mentor, un deseo que creía oculto pero que ahora lo atormentaba. Mientras tanto, Taehyuk estaba de pie en las sombras, observando a Doyoon a través del espejo. Sus sentimientos encontrados lo perturbaban, luchaba por mantener la distancia necesaria entre mentor y pupilo, pero la atracción que sentía eclipsaba todo lo demás. Cada mirada, cada sonrisa de Doyoon lo llevaba al borde de un abismo del que no sabía cómo escapar. La música resonaba en el pasillo, anunciando el momento del debut. Doyoon salió al escenario con determinación, su corazón latiendo con fuerza mientras se enfrentaba a la multitud en éxtasis. Y en la penumbra, Taehyuk lo observaba con orgullo y anhelo, sabiendo que algo irrevocable estaba a punto de suceder. Cuando sus miradas se encontraron en medio de la actuación, la electricidad en el aire se hizo palpable. Una conexión profunda se formó entre ellos, un lazo invisible que los unía más allá de la música y las luces deslumbrantes. En ese momento, Doyoon comprendió que su deseo por Taehyuk era real, una verdad que cambiaría sus vidas para siempre. El destino de estos dos corazones entrelazados pendía de un hilo, con secretos por desvelar y emociones reprimidas por liberar. ¿Podrían Doyoon y Taehyuk encontrar la valentía para enfrentar la verdad de sus sentimientos, o sucumbirían al amor prohibido que los consumía? El escenario estaba listo para el acto final de esta historia de ídolos y amores clandestinos, donde el amor y la música se fusionaban en una sinfonía inolvidable.