Cómo alimentar a un lobo

Bajo la luz de la luna, Mateo se encontraba parado frente a la imponente figura de Zhou Zheng en lo alto de la colina. Su corazón latía con fuerza mientras enfrentaba al hombre que, hasta hace poco, solo conocía a través de las pantallas. Zhou Zheng lo observaba con intensidad, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de curiosidad y algo más profundo. "¿Por qué sigues buscando respuestas que no quieres encontrar, Mateo?" Zhou Zheng habló con una voz profunda que envolvía al joven en un aura magnética. Mateo tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta. "Porque sé que detrás de esa fachada de lobo feroz, hay alguien que necesita ser entendido, alguien que necesita ser amado." La expresión de Zhou Zheng se suavizó por un instante, revelando una vulnerabilidad que nadie más había visto. "¿Y crees que puedes alimentar a un lobo hambriento de amor, Mateo? ¿Crees que puedes domar a la bestia que yace en mi interior?" El viento soplaba con fuerza, agitando sus cabellos y haciendo que las hojas de los árboles danzarán a su alrededor. Mateo levantó la mirada, su determinación brillando en sus ojos. "No se trata de domesticarte, Zhou Zheng. Se trata de liberarte. De liberarnos a ambos." Una chispa pasó entre ellos en ese instante, una conexión que trascendía las palabras y se adentraba en lo más profundo de sus almas. En ese momento, Mateo supo que no solo estaba comenzando la aventura de su vida, sino que también estaba desatando algo salvaje y bello en el corazón del hombre que tenía frente a él. Y juntos, se sumergirían en un torbellino de emociones que los llevaría a lugares inexplorados, donde el amor y la redención los aguardaban.